lunes, 10 de enero de 2011

...y de repente, Soledad

Cuando un sueño se rompe
tan bonito y perfecto,
sin el alba y despierto
tan solo y de golpe.
Encontrarse perdido
entre la luna y el sol,
refugio frío de alcohol
que cura sin ruido.
Y es triste e imparable
el saber que es mejor
es díficil y es amor
que duele inevitable.
Pedir tiempo a mi tiempo,
cambiar un mundo de dos,
vivir entre recuerdos...
Miedo, tiento que tiento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

“sin el alba…” ¿Y de verdad lo echas de menos?

Olvídate del alba. Es pura tradición que la salida del sol termina con la noche y la luz vence al caos. El alba supone el momento final del condenado. El alba adivina el final de la apoteosis :”! Perdí un amigo fraternal y un maestro¡ Por eso bebo, Venancio.”
“Remotos albores de amanecida…Max-Yo soy el que se va para siempre.”

O es el ruido infernal de los pájaros “y silbarán los pájaros-cabrones-…después de amanecer”.
El escalón siguiente es el abismo: “Porque conozco el día que me espera”.

Y si tienes vértigo, ya lo sabes: busca un héroe.

Sigue escribiendo, lo haces muy bien, muy bonito.