sábado, 2 de junio de 2012

Con calma... (E.V)


Me he comprado un frutero repleto de manzanas ácidas que no quiero, y estoy dejando pasar los días imaginándome el momento en el que estén dulces, entre amarillas y rojas. Y todos estos días entre tanto, inocuos, no valen para nada. Que agonía imaginarme un posible final en el que instantes antes al momento perfecto alguien venga y se las coma. Es tan posible que lo trato de real. Demasiado tarde. Mía culpa. Me quedé sin tiempo y sin manzanas. En fin, pobres manzanas inertes objetos de mi metáfora.

Quizá no todo el mundo, quizá sea cuestión de género, lo que es cierto es que las mujeres solemos esperar algo de las personas, de los hombres. Una decisión voluntaria a la que nuestro sistema nervioso se lanza sin dudarlo porque sabemos que la ilusión de haber esperado por un motivo nos invade y nos inunda de energía positiva. ¿Cuánto estamos dispuestas a perder por vivir ese momento? 

Esperamos que sucedan milagros, que sin decir palabra recibamos lo que más nos hace falta, que solo con sentirlo basta para la otra persona te complemente. Y esperamos esto en respuesta a que lo perfecto no existe, el tener una idea de un momento perfecto y ver como poco a poco las ideas se convierten en un presente real, que el tiempo no pasa mientras esperas algo sino mientras lo disfrutas.  Bueno, pues esto no es más que un hecho, por el hecho de ser mentira. Porque todo esto, tan ideal y de cuento, es demasiado complicado. No compensa. 

Si aplicásemos un poco teoría económica, la espera de este caballero sería una decisión de alto riesgo y la vida es tan corta que… O empiezo a vivirla sin esperas o creo que voy a regalar mi frutero.



ENGLISH VERSION: Take it easy...


I bought a fruit bowl full of acidic apples that I don't want, and I'm leaving to spend my days imagining the moment in which they are sweet, between yellow and red. And all those days in the middle, they aren’t worth anything to me. I imagine a possible and sad final in which moments before at the perfect one, someone comes and eat them. It is so possible that I consider it like real. It is too late. Mia Culpa. I lost my time and my apples. Whatever… They are poor apples inert objects of my metaphor.

Maybe isn’t everyone.  Maybe is a gender issue. What is certain is that women tend to expect something from people, from men. Our nervous system launches us without hesitation like a voluntary decision because we know the illusion of having waited for a reason to invade us and fills us with positive energy. How much are we willing to lose to live then?

We hope that miracles happen, that even without say a word we receive which we need. Only with feel it, it has to be enough for the other person complements you. And we hope this in response to the perfect doesn't exist, get an idea of a perfect moment and see how little by little the ideas become a real present, time doesn’t pass while you are waiting for something, but it does while you enjoy.  Well, this is not more than a fact, by being a lie. Because all of this, so ideal and tale, is too complicated. It doesn’t compensate. 

If we applied a little economic theory, waiting for this gentleman would be a high-risk decision and life is so short that… I begin to live without waiting or I think I'll give my fruit bowl.


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