jueves, 5 de junio de 2008


Un día decides irte lejos

porque así lo sentiste

mirandote en el espejo

en cuyo reflejo lo viste.

El miedo aferrado dentro

por perder a tus seres,

desearan ese encuentro.

Los deseos que esperes

se cumpliran con motivo

de tu ahínco y empeño

al crear cien tiovivos

prolongando así sueños.

Un día decides regresar

porque asi lo sentiste

mirandote en el espejo

en cuyo reflejo lo viste.

Madrid esperará ansioso

preparandote la cama

seguirá igual de precioso.

Ellos, quienes más amas
gritarán con su aplomo
te quieros hacia el cielo.
Despacio, tu tímido asomo
toca tu tierra, sólido suelo.

2 comentarios:

Jesús V.S. dijo...

Madrid siempre espera, y con ella todos los que estamos aquí; aunque en algún momento nos vayamos o deseemos dejarla a un lado. Pero siempre esperamos, y ella espera, ya sabes.

Un beso.

Anónimo dijo...

Madrid con su suelo tan gris, pero su cielo tan azul...